martes, 20 de enero de 2015

Un círculo perverso

El examen bien, gracias.

Hoy voy a hablar de la situación con la que me he topado de bruces Willis sin haberla previsto.
Resulta ser que yo venía con la idea de estudiar y vivir. Vivir. Definámoslo. Dícese de vivir en condiciones estudiantiles mínimas donde los gastos son para cosas no superfluas.

Y ahora definamos lo que me pasa en Japón: Gastos.
Me paso el día en el escritorio estudiando y queriendo hacer mil cosas por ahí. Probar mil platos, entrar a mil sitios, visitar esto y aquello. No os hacéis ni la más ligera idea de TODO lo que hay por aquí. Y bueno, alguna cosa hago. Pero si por mi fuera, me pasaba el día en la calle, comiendo de todo, viendo todo. Y eso no puede ser.

Me he venido con un presupuesto de un año, y un margen de algo más por si se da el caso de quedarme aquí un segundo año. Y ese presupuesto es el de una vida austera. Claro, llego y veo mil y una historias que no me sirve de absolutamente nada que quiero comprar. Pero no puedo gastarme ese dinero porque significaría (en caso extremo) el fin de mis días aquí. Y recordemos que la prioridad es estudiar. No obstante, como es el primer mes, la novedad, y los gastos extraordinarios, voy a darme un poco de margen.


Además, de repente, he visto como mi agenda (cosa que nunca he tenido ni me ha hecho falta) se ha llenado como por arte de magia. Esta semana por lo pronto, iremos (la gente de clase) a visitar un Cat Café, una cafetería donde puedes estar con felinos cual humano depresivo-solitario. Luego, el sábado, me voy a patear una montaña a las afueras de Tokyo, el monte Takaosan, en cual cima hay un restaurante y un bonito templo al que estoy deseando llegar si el frío no me ha partido en dos para entonces. Y más planes para más adelante que ya iré contando poco a poco. Estoy que no me reconozco. Yo, individuo de interiores.

De momento me siento atrapado en el círculo perverso. No hago cosas porque solo quiero gastar dinero en lo necesario. Y si gasto me siento culpable y me obligo a quedarme en casa.

Si tenéis experiencia en este tipo de situaciones, dejadme algún consejo en los comentarios, os lo agradeceré con más entradas.


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