miércoles, 21 de enero de 2015

Café gatuno, sello perruno


En mi primer examen logré un 99 de 100, pero no tiene mérito alguno, era extrafácil, hubo quien sacó el 100/100 tranquilamente. Hoy hemos empezado con los libros de texto. Hasta ahora eran cuadernillos "Rubio" con cositas básicas, asi que la cosa ya se pone un poquito más interesante.

En la escuela hicieron una especie de mercadillo con ropa y chorraditas, y me permití comprarme mi primera cosa totalmente inútil por la increíble cantidad de 10 yen (0.07 euros): Un tampón que ilustra un perro con cara de "no me entretienes". Ideal para sellar a la gente en la frente. Ahora que lo pienso, dado que los tampones están en desuso, lo primero que me ha venido a la cabeza al escribirlo ha sido otro tipo de tampón...


Ejem. Vayamos con la palabra del día que me cuesta trabajo: けいさつかん (Keisatsukan). Que no es ni más ni menos que "policía". Con la de idiomas que comparten esta palabra, y me tuve que poner a estudiar este... La verdad es que no se me ocurre una regla nemotécnica, pero como acaba en can, pues ayuda. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

Al salir hemos ido a comer algo antes de ir al cat café (o neko café). Al pedir mi plato en la máquina expendedora, la camarera me ha señalado el ticket y me ha dicho que si quería el plato grande o pequeño, que costaba lo mismo. Así que grande, por qué no. Y vaya si era grande.


Sé que no se aprecia el tamaño en la foto. Pero era un señor bol. Lo cierto es que no sé qué he pedido. Creo que es soba, pero no puedo asegurarlo. De los platos que me he comido últimamente este estaba bastante... insípido. Pero al menos me abasteció bien.

Sin quererlo resultó que no comimos lejos del cat café y solo tuvimos que cruzar una calle. La entrada costaba 1000 Yen (7 euros) y luego podías comer y tomar algo dentro (pagándolo, claro). Gatos de varias razas y algunos muy feos.

Sartenazo buscando a alguien con golosinas.

Todos pasando de tu culo muy tranquilamente a no ser que tuvieras snacks para darles. Fantástico. 
El sitio no estaba mal. Música tranquilita, libros para sentarte a leer, varios sillones, mesas para comer... y todo lleno de gatos. ¿Lo había dicho ya?

Si no has ido nunca a un neko café de estos te daré un consejo: Ahórrate 1000 yenes. No es más que un espacio cerrado con 30 gatos a los que no puedes ponerte en el regazo por normas de la casa. Sí, sé que estar en Japón tienta a ir a uno de estos, pero es mayor la publicidad que lo que realmente es. Sed sabios. No cometáis mis mismos errores. 

Y de ahí a casita, a estudiar Keisatsukan y otras grandes palabras del japonés.

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