martes, 13 de enero de 2015

Presentación escolar, terrorfonía y Don Quijote


Hoy ha sido el día 0 en la escuela, la pre-sentación. Me he encontrado a Raúl, que es quien me facilitó toda la información para poder ir a Japón, y dos españoles más, muy majos todos.

La presentación se dio en japonés, pero Raúl nos iba traduciendo simultáneamente. Ha durado nada menos que 4 horas, y cómo no, ha estado muy completa. Han hablado incluso de la motivación durante el curso, que al principio va subiendo al ver que vas aprendiendo muy rápido, pero luego aprendes más lento y la motivación se va a pique. Y luego vuelve a subir. Y luego... ¿cómo demonios pretendo explicar una gráfica aquí?

Información de emergencias, terremotos, seguros médicos e incluso un intento de ventas de material de audio. Todo ello acompañado de descansos donde podíamos refrescarnos con un té y unas galletitas sabor infernal.

La verdad es que se lo tienen muy preparado y la presentación estuvo muy bien. Las cuatro horas se me pasaron enseguida y al acabar, un señor de traje negro e inglés chapucero que venía por parte de la compañía telefónica AU nos esperaba, cual vendedor de religiones, para intentar engancharnos con promesas absurdas.


El señor se quedó sin palabras cuando le dije que solo quería tarjeta SIM, sin móvil de "regalo". Qué locurón, ¿verdad? Yo pidiendo una tarjeta nada más. Si, niños y niñas, este país sufre una distopía telefónica, en la que tienes que hacerte un contrato de 2 años mínimo sí o sí, y en la que intentan meterte el oro y el moro en el contrato hasta haberte sacado el último de tus yen. Hasta donde mis conocimientos llegan, aquí no hay OMV como Yoigo y Pepephone para darle una bofetada a las empresas gigantes. Aquí las tres grandes tienes el poder absoluto de metértela doblada.

Y todo estaría bien si dijéramos que como estás bajo contrato pues al menos te hacen un buen precio, pero resulta que es todo lo contrario. Total, que buscando información he visto que hay una especie de SIM que se vende suelta y que parece que es prepago, y que será la que me pille, porque la verdad, no tengo nada claro por varios motivos. El primero es que no sé nada de japonés. El segundo es que estoy acostumbrado a recibir la información de otra forma. El tercero, es que las compañías telefónicas ponen la información lo más complicada posible para que la gente no se moleste mucho en mirarlo. Es terrible cómo tratan al consumidor aquí. El 1984 de la telefonía. Vale, queda claro ya. Volvamos por donde íbamos.

Abandonamos más pronto que tarde al señor enchaquetado y decidimos ir a comer algo para hablar un poco y conocernos. Resulta que los dos españoles se ha dejado las perras en una inmobiliaria para tener un apartamento en condiciones. Y luego estoy yo, Pobrediablo para los amigos, viviendo en una guesthouse. Veremos cómo me va.

Nos tomamos un Ramen gigante en un sitio de cuyo nombre no puedo acordarme, y luego de un poco de charla nos fuimos a "Don Quijote" (ドン キホーテ), que es una tienda de todo: electrónica + ferretería + papelería + tienda erótica + [insertar algo aquí], todo ello en estrechos pasillos de 50 centímetros de ancho.

Allí compré el súmum de la tecnología analógica para escribir: el bolígrafo de 4 colores con portaminas con goma de borrar. Ni el mismísimo Doraemon podría haber inventado algo así (igual esto existe en todo sitios y estoy pecando de ignorante). Nada, soluciones para la vida diaria estudiantil. Y de ahí a casita, a prepararse para mañana, el verdadero primer día de clase.

Los días pasan rápido aquí al este.


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