lunes, 8 de diciembre de 2014

Japonés a lo canario


Entro al Consulado de Japón dispuesto a arreglar mi recién llegado Certificado de Elegibilidad.
Hay un señor delante de mí. Un señor anciano, japonés, corcovado, bajito, tembloroso. Y habla en japonés con la señora del mostrador.

Cuando me acerco el hombre acaba su conversación y se gira hacia mí.

Me supuse que el hombre haría un gesto para ceder su sitio, quizá acompañando una sonrisa, al no hablar mi idioma. O quizá, con su edad, me hablaría en japonés sin considerar que mis conocimientos sobre el idioma pudieran ser nulos.

Pero nada de eso pasó. El hombre, con toda la agilidad verbal de un joven de 20 años, se dirigió a mí en un perfecto acento canario, clásico de los barrios más bajos.

- ¿Qué pasa? Qué te vas a Japón, ¿no?

Me quedo confundido y le respondo un improvisado "sí".

- ¡Jo, qué chachi!

Y se aleja el aparente anciano sonriendo entre las puertas del consulado.

No hay comentarios :

Publicar un comentario